La sociedad de nuestros días vive grandes tiempos de agitación y cambio, todo con diferentes fuentes; las finanzas, la formas de aprender, el cambio latente en el paradigma del consumidor y, durante la crisis de salud y económica generada por la pandemia actual, el empleo. Estamos ante la incesante necesidad de desarrollar nuevas capacidades tecnológicas para competir individualmente en el mercado laboral, además cada día aumenta la urgencia de adaptarse al manejo de equipos tecnológicos. Las nuevas tecnologías, están agilizando, optimizando y perfeccionando las actividades que realizamos. Pero, ¿Qué tanto está supliéndonos la tecnología?
Se define al desempleo tecnológico como un fenómeno económico global que surgió en los últimos años, el cual se da cuando los avances en las tecnologías de producción y de servicios se introducen en las empresas, usando maquinaria automatizada, de alto rendimiento y bajo costo en comparación con la manufactura humana. Se asocia generalmente a la necesidad de las compañías de competir con productos reducidos en costo de producción, manteniendo estándares de calidad altos.
Si una empresa no puede competir automatizando, generalmente recortará personal, reducirá el sueldo de los trabajadores, menguará su jornada para poder reducir costos y conseguir un producto más barato. Sin embargo, hay una corriente crítica al llamado desempleo tecnológico, pues se considera que "el capital humano que es liberado de las tareas automatizadas puede emplearse en otros puestos de trabajo de mayor calificación, y por tanto con salarios mayores y mejores jornadas laborales". Aunque en realidad no todo el trabajo eliminado será reemplazado por trabajo calificado y mejor pagado.
¿Qué empleos serán sustituibles? Posiblemente los trabajos que se puedan mecanizar, monótonos y repetitivos. Sobre todo, los que no supongan un pensamiento racional tangible, puesto que básicamente los empleos no son los que van a ser automatizados, son las tareas.
Una de las formas de disminuir el desempleo generado por la era tecnológica es acelerar la creación de trabajos digitales, para obtener ingresos, e incentivar nuevas formas de iniciativa privada, entonces resulta imprescindible que los consumidores y los sectores económicos, tanto el sector público como el privado, se preparen para los cambios tecnológicos del futuro, adoptando políticas revolucionarias que aseguren la igualdad de oportunidades sin importar el nivel socioeconómico, las transformaciones tecnológicas.
Un mundo nuevo exige de una sociedad preparada. ¿Estás listo para descifrar el futuro y afrontar el cambio tecnológico?